¡Llegó la primavera! Para la naturaleza es hora de despertar, hora del crecimiento: la savia fluye más rápida, las yemas que comenzaron a despuntar en invierno se van transformando en nuevos brotes, nuestras plantas se llenan de nuevas hojas y hermosas flores…ha llegado la vida a tu huerto.
El crecimiento y florecimiento típico de la primavera se debe a una combinación climática favorable: más horas de luz, temperaturas más cálidas y algo de lluvia refrescante. Es un ambiente idóneo para la fauna y la flora…sí, sí, también para la fauna. Con la eclosión de la vida propia de la época primaveral, es frecuente la aparición de bichos y hongos, si queremos que nuestras plantas prosperen con salud, debemos realizar tratamientos preventivos para las plantas.
Evitar hongos e insectos en las plantas
Hay factores que no se pueden prever, como una infestación por hongos en nuestras plantas. Cuando tenemos plantas en el exterior, el exceso de humedad tanto por riego como ambiental, puede propiciar la aparición de hongos. Debemos ser cuidadosos y realizar un tratamiento preventivo, ya que una vez instaurados los hongos, son muy difíciles de erradicar. Nosotros te recomendamos utilizar un producto biológico, respetuoso con la naturaleza y tus plantas, como la cola de caballo o un fungicida con equisetonina.
Los pequeños insectos también se encuentran en plena eclosión primaveral, así que si detectas indicios de su actividad en tus plantas, el tiempo es oro en cuanto a prevención y eliminación. Los insectos suelen ser más fáciles de eliminar que los hongos, pero hay especies muy resistentes, como el pulgón. No esperes a que el daño a tus plantas sea irreversible, en cuanto veas manchas o agujeritos, sospecha y actúa preventivamente.
Abono en primavera
La primavera es la época idónea para abonar muchas de las plantas de jardín (infórmate antes sobre las especies de plantas). Para preparar la tierra antes de abonar, debemos arrancar las malas hierbas y airear el suelo. A la hora de escoger un abono adecuado deberías tener en cuenta el tipo de plantas o árboles que quieres abonar, pero en general, para primavera es recomendable un abono tipo NPK, que liberará gradualmente los elementos nutrientes para la planta. Para complementar la nutrición de las plantas, puedes añadir también un poco de abono orgánico, como mantillo o estiércol de caballo.
Aunque lleven los mismos componentes, cada tipo de abono está enfocado a una forma diferente de cultivar, bien sea en macetas y jardineras o bien en el suelo.
Cómo abonar plantas en maceta
Para la plantación en macetas y jardineras, es recomendable utilizar abono líquido. Aunque la composición del abono va a ser la misma, la manera de regar las plantas en macetas es diferente a como lo haríamos si estuvieran plantadas en el suelo, con lo que a los abonos sólidos les cuesta bastante más disolverse. Los abonos líquidos suelen venderse como producto concentrado que se disuelve en x litros de agua, con lo que se aplica a la vez que el riego.
Abonado de plantaciones en el suelo
Para abonar las plantaciones en el suelo, o en tierra, es más adecuado el uso de abonos sólidos, como el abono granulado tipo NPK o el abono orgánico. Las razón es porque nos va a ser más fácil hacer una distribución uniforme del abono, a menos que estemos hablando de extensiones grandes, donde el uso de una máquina abonadora nos facilitaría la faena. Por otra parte, el abono sólido suele ser algo más económico que el abono líquido.
Debemos procurar esparcir bien el abono y de manera proporcional, ya que un exceso de nutrientes puede ser perjudicial para nuestras plantas y podrían quemarse.
Esperamos que estos consejos te hayan sido de utilidad, ¡manos al huerto o jardín, la primavera está aquí!
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